Habana

La cosa más extraordinaria de Cuba y de su capital es el sentimiento que en nuestros tiempos modernos todavía existe una vida diferente y hasta hoy tenemos la posibilidad de regresar a los años 50 y 60. Las viejas casas y los viejos carros nos dan la impresión que solo pocas cosas han cambiado y eso le da un cierto encanto. A veces tenemos la impresión de que ni los cubanos se dan cuenta de esa situación. Esas fotos muestran las impresiones que yo tuve cuando fui por primera vez a Cuba y talvez nunca cambiara. Una cosa es más que cierta que Cuba y su capital se quedan un museo al cielo abierto.